El arquetipo del Sanador Herido nos sirve para viajar reflejando el proceso interior al que somos

llamad@s tod@s aquell@s que prestamos ayuda a quien atraviesa un momento difícil, a quién sufre.

Implica el reconocimiento, la aceptación y la integración de las propias heridas, de la propia

vulnerabilidad y de los propios límites.

Un objetivo de este viaje es la integración de la propia sombra, especialmente de aquellos aspectos

que puedan estar proyectándose en la relación terapéutica de forma más o menos consciente. La

sombra son tus partes huérfanas, reprimidas, silenciadas, olvidadas y avergonzadas.

Este arquetipo nos invita a reconocer cómo nuestra biografía, nuestras características personales,

nuestros condicionamientos y heridas se hacen presentes en nuestra vida y en nuestras relaciones.

La figura del "sanador" también tiene su sombra, y para que no se proyecte debemos ayudarnos a ser

conscientes de nuestras tendencias.

Heridas no sanadas y necesidades no resueltas, pueden ser estorbos para ayudar a otros, ya que

podemos “utilizarlos” para resolver eso nuestro que nos falta sanar y resolver. De la misma forma,

nuestros logros o superaciones, pueden ser un recurso importante para ayudar a otros en sus propias

situaciones dolorosas y problemáticas. La relación terapéutica es bidireccional y es básico trabajar

con nuestras transferencias para mantener una relación terapéutica sana.

En nuestras interacciones con otros y con el mundo, tomamos posiciones y actitudes con toda la

carga de nuestra historia, así que viajamos en nuestro interior para reconocer, llevando consciencia,

luz y calidez, hacia nuestras heridas, hacia nuestra sombra y a sus proyecciones externas.

Otro objetivo fundamental de este viaje es dotarte de un apoyo psicoemocional profesional y contar

con la orientación, consulta e intervisión intermodal para tus asuntos personales y profesionales.

Toma consciencia y apoyo como sanador herido, para convertir tus propias heridas en fuente de

curación, y despertar tu potencial sanador inherente tanto en tu vida y como en tu trabajo.